Monday, November 28, 2011

Serrat y el carrusel de la vida



Cuando la llama de la fe se apaga, y los doctores no hallen la causa de su mal, señoras y señores sigan la senda de los niños y el perfume a churros que en una nube de algodón dulce le espera el Furo…”, dice al comienzo la canción El carrusel del furo, de Joan Manuel Serrat; en otra oda más a lo cotidiano y a las cosas simples de la vida. 
     Y después de hacer un recuento de lo mágico del mundo infantil que encierra un carrusel de feria de barrio, y de ilustrar cómo podemos dejarnos llevar y olvidar nuestro drama de adultos, nos aconseja: “…enfúndese en los pantalones largos de su hermano y en la primera bocanada de humo americano y el aire será más azul y la noche más corta. Si no le cura, al menos, le reconforta…”.
     Al escuchar esos versos no puedo dejar de preguntarme una y otra vez, sin afán de morbo, si acaso el gran Serrat pensaría así cuando le diagnosticaron el cáncer aquel que por poco nos lo quita. ¿Pensaría acaso con la misma naturalidad de Si la muerte pisa mi huerto? ¿Pediría como última voluntad que, en caso que viniera lo peor, empujaran al mar su barca y que lo enterraran sin duelo, entre la playa y el cielo
     Y es que, esos pueden ser pensamientos y temores muy recurrentes después de los cuarenta; ¿Cómo voy a reaccionar si mañana me diagnostican con cáncer o algún mal incurable? ¿Tendrán entonces el mismo significado las canciones de Los Beatles y los libros de Benedetti? ¿Sera aun agradable a mí vista un cielo azul o un viejo parque? ¿Me entregaré de una vez a Dios sin miramientos y sin el ego de por medio? Y un sinfín de interrogantes, que tal vez se resuman en un solo concepto: la cercanía de la muerte.
     Es un tanto triste ya de por si el escuchar esas hermosas canciones en el tiempo presente. Y no digo esto sólo por la nostalgia de las cosas idas, sino porque es imposible dejar de pensar en los cambios acelerados que ha traído la vida moderna, con el neoliberalismo y las nuevas generaciones de almas vulgares. Quizá ahí esté el origen de la incertidumbre. “Son aquellas pequeñas cosas, que nos dejó un tiempo de rosas…”, dice Serrat en otra de sus letras; y con todos estos cambios cada vez perdemos más la posibilidad de volver siquiera al sitio donde han tenido lugar esas pequeñas cosas.
     En fin, nada ganamos con ponernos pesimistas y adelantar vísperas. Con tristeza o sin tristeza, no podemos evitar lo que va a pasar; it is what it is, dicen los gringos.
     Así que mejor será pensar en la vida que toma café con nosotros; esa que a veces se nos brinda en cueros, regalándonos un sueño escurridizo. Y tratar de no pensar en esa vida que de pronto nos gasta una broma y hace que nos despertemos sin saber que pasa... It’s gonna be what it’s gonna be.


4 comments:

  1. pero no explican con todo respeto el significado de Furo pq Serrat le llama asi no se asi le conozcan en España pero me quedo con la duda que traduce Furo

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  2. Una vez lo explicó Serrat, a su abuelo le decían el Furo y a él , furito.
    Su abuelo era el dueño del carrusel y tal vez en su adulterio le llegó la inspiración de dicha canción.

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  3. Jajajajajaja Adulterio, el buen Serrat de Mujeriego!

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